lunes, 30 de mayo de 2011

El color de los muros

Las calles de Aranjuez son muestra de que el aerosol y la creatividad pueden adornar con colores vivos los muros abandonados de la ciudad de Medellín.


Fotografía: Fernanda González


Fotografía: Fernanda González
Fotografía: Fernanda González

Fotografía: Fernanda González


Fotografía: Fernanda González

Fotografía: Fernanda González

Fotografía: Fernanda González
Fotografía: Fernanda González




Fotografía: Fernanda González
Fotografía: Fernanda González


Fotografía: Fernanda González


domingo, 29 de mayo de 2011

Aerosol Vs Revólver

Esa tarde había visto el muro. Virgen y pálido como una Venus en la concha, sedujo su paso y lo obligó a regresar furtivo en la noche para acariciar con su aerosol sus relieves toscos de adobe y cemento. Su mirada perdida en los caminos del muro y su oído atento al aerosol no sintieron los pasos que avanzaban a él.


Fotografía: Fernanda González
-          “­Quihubo hijueputa”!- Le gritó un hombre que no pudo ver bien.
 No había tiempo para correr y no pudo contestar nada. Una bota golpeo su cara, un palo su espalda, la cacha de un revólver su cabeza; y continuaron los golpes hasta que en el piso solo pudo ver el último trazo en el muro.
Fue esa la última vez que pintó ilegal en Medellín. Los paramilitares ese día lo golpearon brutalmente y amenazaron de muerte; “senté cabeza y pensé en la responsabilidad que tengo con la familia y con el trabajo”, dice Numak.


Numak 
Fotografía: Fernanda González
Estadio
Fotografía: John Hernández
Ahora solo procura pintar de día y con permiso porque comprendió que es más fácil “echarle un discurso a la policía” que transigir con los golpes de “ los paramilitares”.

El profesor callejero

A Daniel Felipe Quiceno lo pusieron ‘el perro’ sus amigos desde muy joven por su parecido con un bull terrier; “y me quedé con mi chapa” para el nombre artístico en el mundo del graffiti.
Cada grafitero se distingue por su estilo. Al Perro le gustan las letras en 3D para dibujar en los muros. Los dibujos en general son firmas, a veces palabras, eslóganes  que dependen del propósito que se tenga: conmemorar a un amigo muerto o asesinado, un trabajo para algún festival o alguna empresa o corporación. “Si quieren que uno haga una palabra, uno la hace; si es algo mío, es mi tac”, estilo y sello propio.

Comuna 13
Fotografía: Fernanda González

Desde sus primeros años el Perro estuvo influenciado por la cultura hip hop y su primer anhelo fue rapear, “yo quería era rapear, me metí en la onda y conocí a un compañero que hacía grafftis”. Su amigo y maestro le mostró el camino del graffiti y a partir de ahí empezó a dibujar entre sus horas de clases escolares y sus días de descanso en casa. Ahora, lleva seis años haciendo en un papel bocetos y “dos años y medio pintando en la calle los muros”

Comuna 13 Fotografía: Fernanda González
Hace por ahí un año decidió dedicarse de lleno al graffiti y comenzar a trabajar fuerte y duro “para vivir de eso”. Inició a trabajar con procesos sociales y a mostrar otra cara de la Comuna 13. “Uno constantemente va andando y mirando muros; uno va seleccionando un muro y cuando le cae un aerosol va y lo pinta”. Como el graffiti tiene mucho color para él “es como el alimento del alma”, que gusta a las personas y atrae la atención de muchos jóvenes y niños a los que se les muestra un referente distinto de la Comuna. “A la gente normalmente le gusta mucho el graffiti y siempre que pasan dicen: ‘le está quedando muy bacano’, ‘lo felicito, muy bonito’. Puedo decir que aquí en Medellín ha tenido mucha aceptación”.
Su propósito es enseñar a hacer graffitis  a todo el que quiera aprender. El Perro y su grupo de hip hop hacen frecuentemente campañas en las instituciones educativas para fomentar el interés por el graffiti y por el rap, para poder enseñar las diferentes técnicas y el arte. “Es una iniciativa que tenemos nosotros como jóvenes, que en ocasiones hemos sido apoyados por la alcaldía y por ONG o corporaciones, pero es una iniciativa propia”. “El graffiti se está convirtiendo en potencia aquí en Medellín, se está trabajando muy fuerte no solo aquí en la Comuna 13”.
Los martes y jueves en la tarde dedica su tiempo a la enseñanza. Primero en papel les  enseña el tac y luego los demás estilos junto con el tema. Tiempo después sale con sus alumnos a la calle a pintar para enseñarles cómo se hace. Le enseña a 35 niños, pero en total son 230 alumnos que participan en la iniciativa del Perro y sus amigos. En la práctica esta escuela de Hip Hop es una manera de arrebatarle los jóvenes a la guerra en medio de un sector horrorizado por la barbarie, la violencia y la desigualdad social.

El Perro
Fotografía: Fernanda González

El  trabajo, las novias, la plata y los amigos le han dado lo que él considera más importante: felicidad; y todo lo ha conseguido en medio de su relación con la música y el dibujo. “Yo no me veo haciendo otra cosa. Me imagino con 80 años pintando y enseñando”.
Hay veces que pinta solo o llama a alguien para que lo acompañe a pintar, preocupado siempre por hacerlo lo mejor posible teniendo en cuenta sus principios como artista: “un grafittero debe ser ante todo humilde y debe ser muy solidario con sus compañeros”. El graffiti fue algo que lo absorbió completamente hasta convertirse en “una enfermedad”-confiesa-.  “yo solo respiro graffitis pero me mantengo muy rodeado de los otros elementos del hip hop. Esa es la vida mía, gente que hace hip hop todo el tiempo”.

Comuna 13
Fotografía: Fernanda González


También existen algunos obstáculos que por lo general impiden la realización de su trabajo: la lluvia, la policía y las situaciones de tensión que viven algunos sectores por la continua permanencia de combos que se disputan los territorios. “En estos días me metí a un sector a pintarle un mural a unos compañeros. Estábamos aquí en un barrio de la Comuna 13 y nos dijeron que no podíamos pintar, que estaba el sector caliente. Nos tuvieron que sacar escoltados del baile porque ya estaban dizque poniéndonos cuidado para voliarnos plomo, como se dice acá”.

"Es una profesión solo que no nos pagan"


Vira lleva tres años pintando los muros de Medellín. él vive el graffitis como una pasión y desea que Medellín se reconozca como una ciudad donde los muros también tienen vida.


¿Qué te ha dejado el graffiti?
Vira
Fotografía: Fernanda González
El graffiti me ha traído deudas. Yo hago graffitis porque a uno le gusta, le nace hacer graffiti pues uno si espera que algún día el graffiti le deje algo económico o cosas así, pero eso es muy efímero uno no lo hace por ganar plata, va ser muy complicado uno ganar plata haciendo graffiti, entonces a mi lo que mas me ha traído son  las amistades, conocer ciudades, otros países, conocer gente;  es un ambiente muy de camadería y de parcería es muy bacano uno se parcha en un muro y son siete o seis parceros hablando mierda, pintando, tomando aguardiente y fumandose los cifgarrillitos ahí breve. Esto es por gusto, por pasión; uno no ve la hora de salir a la calle a pintar, pues es como un estilo de vida, se podría decir que es una profesión solo que no nos pagan (risas).

¿Cómo se escoge un muro para pintar?
La herramienta básica del graffitis que es el aerosol que es demasiado versátil  y puedes trabajar en aerosol en cualquier superficie en cualquier parte, lógicamente a uno le gusta un muro que sea liso, que no esté pintado con cal, pero al final uno se las ingenia. Cualquier muro sirve para hacer graffitis ni siquiera puede ser un muro, se pueden pintar unas escaleras, una valla de contención, una tela, una señal de tránsito, etc,  lo que uno siempre busca es que esté bien situado, en una vía principal, donde la gente lo pueda ver.
Belén
Fotografía: Fernanda González

¿Cuáles son los estilos más comunes en Medellín?
Hay demasiados estilos acá se ve mucho el 3D, el wild street y el caracter, que es muñeco. Pero son estilos básicos, de esos estilos se desglosan muchos estilos más y la idea que tiene cada grafitero es escoger un estilo y hacerlo propio, ponerle sus detallitos. Hablar de estilo es muy difícil, por ejemplo, ahora se está haciendo mucho realismo que es copiar una foto, una imagen real, y hacerla en estilo graffiti.


 ¿Y cuál es tu estilo?
Vira
Fotografía: Fernanda González
Yo empecé haciendo osos, y la gente me empezó a decir que yo me parecía a lo que pintaba, entonces me acomodé mucho a lo del osito e hice del oso mi muñeco. Pero tampoco me gusta encasillarme en solo hacer el oso, por ejemplo, ahora estoy pintando carabelas y yo no sé por qué se me está dando por hacerlas. La letras me gusta mucho pero no la hago tan enredada, me gusta ese estilo pero hacerlo muy básico, que las letras se puedan entender y también me gusta hacer texturas en 2D sin mucho brillo, sin mucha sombra más planos y vectoriales.



¿Existe determinada posición política entre los graffiteros?
Eso depende de cada persona, cada graffitero es un mundo aparte de por sí todo graffitero hace política solo con el hecho de salir a la calle a pintar es una manera de rebeldía y mostrar el desacuerdo con muchas cosas, pero ya la idea que se plasma en el graffiti ya es de cada grafitero. Yo nunca lo hago por mensaje político sino por gusto y por darle vida a un lugar, romper con la monotonía de la gente que pasa por ahí, que genere polémica en la gente.  

¿Una anécdota que resuma los prejuicios de la gente?
Belén
Fotografía: Fernanda González
Estaba pintando yo solo un muro y pasó una señora, que era como testigo de Jehová o cristiana, y me empezó a hablar y me preguntaba que por qué escribía cosas tan extrañas, que por qué no lo hacía más legible, uno no alegaba con la señora sino que le empezaba a explicar. Y lo que me pareció muy charro fue que la señora me dijo 'la verdad era yo pensaba que los que pintaban eso en la calle eran gamines, gamines, pues gente que no tenía estudio, que vivía en la calle, que no tenía nada qué hacer; pero me encuentro que son pelaos jóvenes que están bien presentados'. Muy charro porque la gente tiene esa percepción de los graffiteros que son gamines dejaos, y no es verdad  porque la mayoría de los graffiteros que llevan un buen rato entre los 20 y 25 años todos o están estudiando su carrera o ya son graduados de diseño, de arquitectura o de artes plásticas. Y al otro día fui a tomarle la foto y dio la casualidad que la señora volvía a  pasar y me felicitó, '¡ay mijo! le quedó my bonito, no lo entiendo, pero le quedó muy bonito'.


¿Cómo se hace un graffiti ilegal?
Vira
Fotografía: Fernanda González
En un ilegal hay muy poquito tiempo para hacerlo si te gastás cinco minutos puedes estar penando porque te cojan, el hecho del ilegal es hacer algo rápido y que quede bien hecho, si queda mal hecho lo que importa es hacerlo en ese lugar, como en casas normales, locales comerciales o vallas publicitarias. La esencia del ilegal es entre más riesgo tenga el sitio más respeto inspira entre los graffiteros. Acá la verdad es muy complicado por los problemas sociales de la ciudad, vos no te podés meter a otro barrio a cierta hora porque de pronto te confunden, porque vos cuando salís de ilegal vos podés pasar por un pillo más de la ciudad, te pueden estar matando o dándote un susto. 

¿Cómo proyectas el graffitis en Medellín? 

Medellín va muy bien, se puede decir que se está profesionalizando el arte del graffiti. Hay muchos pelaos que están empezando y le están dando duro. La idea entre nosotros mismos es agruparnos en un gremio y llevar el graffiti a un nivel cada vez más alto; la idea es que siempre haya graffiti, que el graffiti no se pierda y que exista una identidad y un estilo de graffitis aquí en Medellín.